¿Qué sabemos sobre las vacunas contra el COVID-19?
Muchas personas siguen preguntándose si realmente existe una vacuna contra la enfermedad que ha venido a cambiar el mundo durante más de un año.
Sí, es verdad que actualmente ya se están utilizando varias vacunas de COVID-19, existen siete vacunas distintas y cada una de ellas fue evaluada por la OMS antes de ser aprobada.
Las vacunas al demostrar que son seguras y eficaces son autorizadas por los reguladores nacionales y distribuidas.
El programa de vacunación ya ha tomado marcha y al 15 de febrero de 2021 se han administrado un aproximado de 175,3 millones de dosis.
La coordinación es un paso esencial para la correcta distribución de las vacunas, ya que facilita el acceso equitativo para millones de personas que la necesitan.
Una de las preguntas más recurrentes entre todas las personas es si las vacunas proporcionan una protección a largo plazo.
La OMS explica que debido a que las vacunas se han desarrollado en los meses precedentes, aún no se sabe la duración de la inmunidad que estas tienen. Sin embargo, existen datos que confirman que las personas que se recuperan de la enfermedad adquieren una inmunidad que protege contra una nueva infección, pero aún no se sabe en qué grado y con qué duración.
Las vacunas que se están desarrollando están diseñadas para enseñar al sistema inmune del organismo a reconocer y bloquear el virus.
● Vacunas con virus inactivados o atenuados: Utilizan el virus inactivado de modo que no provocará la enfermedad.
● Vacunas basadas en proteínas: Utilizan fragmentos inocuos de proteínas que imitan al virus con el fin de generar una respuesta inmunitaria.
● Vacunas con vectores víricos: Utilizan un virus genéticamente modificado que no causa la enfermedad pero da lugar a proteínas coronavíricas que inducen una respuesta inmunitaria.
● Vacunas con ARN Y ADN: Utiliza ARN O ADN genéticamente modificado para generar proteína por sí sola y que induzca a una respuesta inmunitaria.
La llegada de las vacunas podrían frenar la pandemia, pero dependerá no solo de su eficacia, si no de su distribución y la disposición que tengamos todos de cuidarnos y vacunarnos.
Fuente de Información: Organización Mundial de la Salud